Mi primer maratón por montaña
El 21 de octubre los Picos de Europa acogieron la primera edición del Maratón Xtreme Lagos de Covadonga, última prueba del Xtreme Trail 2007. La carrera tiene un recorrido de ida y vuelta entre Cangas de Onís (67m.)-Porra de Enol (1275m.)-Cangas de Onís, con una distancia de 42 kilómetros y 3.364 metros de desnivel acumulado. Para cuadrar exactamente la distancia en el recorrido de ida se corre un kilómetro y medio "extra" por el pueblo cosa que no se hace a la vuelta. Una mañana fría y despejada auguraba un día perfecto para correr por la montaña. Después del control de dorsales, a las nueve en punto se dió la salida y los noventa participantes de la prueba salimos disparados por las calles de Cangas de Onís. En pocos minutos dejamos atrás el bullicio del pueblo y rápidamente pudimos darnos cuenta de lo que nos esperaba. Una empinada pista nos conducía al pueblo de Següencu salvando un desnivel de 500 metros con algunos tramos al 18%. La prueba acababa de empezar y ya éramos un reguero de corredores desperdigados. Según ganamos altura pudimos disfrutar de un precioso mar de nubes que se extendía por el valle. Pasado Següencu continuamos por pista hasta el pueblo de Ñafuentes, kilómetro once de la carrera y puerta de entrada al Parque Nacional. A partir de aquí ganamos altura por una estrecha y embarrada senda que nos dirigía sin remedio a los Lagos de Covadonga. Después de varios kilómetros y dos horas y media de esfuerzo llegué al collado de la Fana donde empecé a cruzarme con corredores que ya estaban de vuelta camino de la meta. Desde aquí pude comprobar que todavía me quedaba la parte más dura del maratón. El sendero subía sin parar durante 400 metros con rampas que llegaban al 20%. Me costó 25 minutos encaramarme a lo más alto de la Porra de Enol. En ella pude disfrutar de unas vistas preciosas acompañado por unos amigos que habían subido a verme. Hasta el momento las sensaciones habían sido muy buenas, había recorrido veintidós kilómetros en tres horas salvando la parte más dura de la carrera pero no me podía confiar, ¡todavía me faltaban otros veinte!. Así que no me entretuve demasiado y empecé a bajar. Poco a poco fui deshaciendo el camino de subida pasando por los mismos lugares que hacía muy poco se habían convertido ya en recuerdos inolvidables. A partir de aquí la ilusión me llevaba en volandas mientras pensaba que nunca había corrido tantos kilómetros. Estaba sorprendido porque a pesar del esfuerzo acumulado en las piernas el cuerpo todavía me respondía perfectamente. Solo durante el último kilómetro fui incapaz de controlar las pulsaciones, no se si debido al cansancio o simplemente a la emoción. Al final hice un tiempo de 5:46:10 quedando en el puesto 66. Este Maratón es una carrera preciosa que transcurre en un marco incomparable y que si el tiempo acompaña se disfruta intensamente de principio a fin. Además, la organización fue perfecta y se notó en todo momento el esfuerzo y la ilusión que Valentín y el grupo de montaña Peña Santa pusieron en preparar la prueba